Las 06 h pie a tierra, ya estamos todos en el suelo, que noche he pasado, debido a mis ronquidos no me dejaron dormir, me tocaban, me dijeron que me diera la vuelta, y nada, en fin otra noche de perros, nos aseamos cada uno como puede, y a las 06.55h a caminar de nuevo, hemos descansado lo que nos han dejado de la entrada tan petarda que tiene Arzúa, pues caminamos junto a la carretera N-547 un buen rato, que cansancio no se acababa nunca. Hoy hemos salido con un poco de lluvia, después ha parado, por la rua do Carmen salimos de la población, por un paisaje de prados y pequeños huertos se avanza en descenso pasando por un robledal en el termino de As Barrosas serpenteando, el Camino marcha junto a las explotaciones de eucaliptos y pinos, unos eucaliptos de mas de 30 metros de altura.
Mojón en el que nos dice que faltan 33 kms. Eucaliptos altísimos.
Fulgencio diminuto entre los eucaliptos. En este arbol se observa la humedad que hay.
Fulgencio diminuto entre los eucaliptos. En este arbol se observa la humedad que hay.
Bello camino entre tanto árbol, muy bonito, nada más salir el cuerpo me pide que me pare, y además con urgencia, que le vamos a hacer, las cosas de la maquinaria son así, de esta manera mis amigos aún me dejan más atrás que le vamos a hacer, paciencia.
Llegamos a una aldea que se llama Calle y allí almorzamos, empanada de zamburiñas ( ostras pequeñitas) vino y café, 9 euros los dos, Silvio y yo pues nosotros siempre nos compartiamos el desayuno, mitad por mitad, después un montón de aldeas, pueblos entre subiditas y bajaditas.
José Luís pasando entre baques en Pedrouzo. En memoria de un fallecido en el Camino.
Fulgencio pequeñito entre estos eucaliptos tan altos. Bello paisaje florecido.
Campos florecidos naturales. Dos arados del tiempo de los romanos.
El amigo Silvio descansando un poco. Pié de nuestro amigo Fulgencio.
Pies de nuestro amigo Fulgencio, deshechos. Pies de Clemente, nada, que suerte.
Pié de nuestra amiga Chantal. Parroquia de San Pelayo, Labacolla.
Suzanne hablando con Clemente. Cena de peregrinos con Mariano.
Desde el albergue de Arca do Pino se retrocede 200 m y se cruza la carretera N-547 ya famosa. En Amenal km, 15, se atraviesa un puente y la carretera, y se continúa a traves de la vegetación hasta Cimadevilla, desde donde se asciende por un camino forestal rodeando el aeropuerto de Labacolla. Vamos camino de San Paio, al salir de esta población se inicia un camino que cruza una carretera y con el que se entra en Labacolla, nosotros acampamos aquí, Conchi y Jose, pasaron de largo iban delante nuestro, y pararon en el Monte do Gozo. No puedo por menos que comentar sobre los pies del amigo Fulgencio, amigo que valor, visto como llevabas esos pies, supongo que el sufrimiento sería inmenso, aunque tambien puedo entender que con la alegría de haber llegado y la ilusión igual ni te los notabas, pero a veces pienso que es verdad que la fe mueve montañas, he visto tus pies y tambien he visto los de otros peregrinos, y menuda fe debeis tener para seguir caminando con los pies sangrando, SALUD AMIGO, TIENES MI ADMIRACION POR TI.
Hemos parado en el Hostal San Paio, privado, nos cobraron 15 euros por persona, dormimos los cuatro en una habitación, muy cómodos, nos duchamos y salimos a cenar en el mismo Hostal pues el pueblo son cuatro casas, cenamos sopa, pescado y yogourt con café, nos cobraron 12 euros, cenamos con la compañia del amigo Mariano, un amigo que hicimos en el camino, y que no nos habíamos parado juntos hasta este pueblo, pasamos una belada muy agradable y graciosa, tanto es así que hemos hecho muy buena amistad, Chantal y Suzanne tambien pararon aquí y durmieron en el mismo lugar pero no las vimos por la noche, ya terminada la cena nos fuimos a dormir. Hasta mañana que nos espera la llegada triunfal a nuestro destino, no se si dormiré, bueno si porque estoy muy cansado. Bona nit familia.
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